Desde que comencé a leer sobre los monjes-guerreros templarios, hace ya más de treinta años, mi percepción sobre el Temple ha ido modificándose y se ha ido plasmando en los artículos y libros que he ido escribiendo en torno a los templarios, incluyendo los ensayos que pasaron a engrosar capítulos de varios libros de los que he sido coautor, siendo el más conocido Codex Templi.
Su exoterismo apenas me interesa, lo confieso. En cambio, el presunto esoterismo cristiano de su Círculo Interior (como he venido a llamarlo desde hace años) ha sido un revulsivo para indagar al respecto, esoterismo que en su fase más alta se convierte en metafísica, a mi modo de entender. Y acerca de este esoterismo cristiano del Círculo Interior Templario he considerado bastante idóneas las consideraciones realizadas al respecto por René Guénon, pero no me he quedado detenido en sus exposiciones sino que he intentado ampliarlas y complementarlas con lo que he ido aprendiendo leyendo, por ejemplo, a Ibn al Arabi dentro del sufismo y al maestro Eckhart en el esoterismo monacal cristiano medieval.
El Temple era monacal y guerrero-caballeresco, no lo olvidemos. Y eran cristianos, amparados por el Císter, y aupados inicialmente por San Bernardo de Claraval nada menos. Eso quiere decir que su tradición religiosa y esotérica era la cristiana. Podemos ahí incorporar los matices que creamos y queramos, ciertamente... Guénon así lo hizo.., e igualmente lo hemos hecho -cada uno en su medida y a su modo- los que hemos investigado sobre ese presunto esoterismo templario.
En esa búsqueda de la espiritualidad esotérica cristiana que pueda ayudar a comprender la del Círculo Interior Templario, creo que bueno es leer tres artículos incorporados hoy a Esoterismo Cristiano, un blog recién creado por un monje cisterciense contemporáneo, José Antonio Vázquez, varios de cuyos blogs he enlazado en la columna derecha de "Templarios y más". Son tres artículos muy meditados que considero importantes para la comprensión de esa espiritualidad interior cristiana, y, por ende, templaria.
Estos tres artículos, que con el permiso de su autor iré incorporando en Soriaymas, son los siguientes:
En el intercambio de emails que nos hemos cruzado, y tras leer sus tres artículos, le comentaba: "Trascendencia e Inmanencia era la correcta forma de "vivenciar" a Allah, decía Ibn al Arabi en sus "Engarces de la Sabiduría"... Eso es lo que propugnas en tu vía del Camino Medio al que llamas Mística-Monacato, si no he interpretado mal. Tras el ascenso a la Trascendencia, donde tiene lugar "fana", la extinción del ego, está el retorno al mundo que es vivenciado como Inmanencia, dicen los maestros sufis".
Y él, a su vez, me dice: "Sí, básicamente la idea de vivir la eternidad en el tiempo, la transcendencia en la inmanencia creo que es el núcleo de la experiencia central de las tradiciones. Mi interés es también señalar que el esoterismo tal y como lo entiende Guenon no es el núcleo de las tradiciones, ese núcleo supera la división exo-eso y es lo que en el cristianismo representa la dimensión monástica por ejemplo. En otras tradiciones, esta dimensión se encuentra en los ámbitos esotéricos, como en el sufismo, que siendo un esoterismo tiene también al final un núcleo monástico que supera la división tajante entre eso y exo".
No es momento de entrar en análisis y disecciones, argumentos y contra-argumentos, relativos al contenido de estos tres artículos que, en su conjunto, me parecen excelentes. Cada persona transita a lo largo de su vida por veredas, cordeles y cañadas diversas.., pero a medida que se va acercando a la cumbre de la Montaña o a la desembocadura del río de la Vida en la Gran Mar Océano..., las diferencias van extinguiéndose para difuminarse finalmente. Lo que importa es ese consciente Caminar como Peregrino y aplicar la tolerancia iniciática al máximo con aquellos otros Peregrinos que te encuentras en el Camino.
En este vivenciar la espiritualidad esotérica, como bien decía Ibn al Arabi:
En este vivenciar la espiritualidad esotérica, como bien decía Ibn al Arabi:
Mi corazón es capaz de albergar todas las formas.
Es pradera para las gacelas y claustro para los monjes.
Templo para los ídolos y Kaaba de peregrinos,
Tablas de la Torah y Libro del Corán.
Profeso la religión del Amor y cualquier dirección
Que tome su montura, doquiera dirija sus pasos,
El Amor sigue siendo mi credo y fe
Es pradera para las gacelas y claustro para los monjes.
Templo para los ídolos y Kaaba de peregrinos,
Tablas de la Torah y Libro del Corán.
Profeso la religión del Amor y cualquier dirección
Que tome su montura, doquiera dirija sus pasos,
El Amor sigue siendo mi credo y fe
Merece la pena conocer el tesoro secreto que existe dentro de la Iglesia Ortodoxa (y se puede asistir a la Divina Liturgia en Madrid):
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