viernes, 30 de diciembre de 2011

Misterioso Bafomet -3-

He aquí algunos comentarios de Guénon sobre diversas teorías ocultistas sobre el bafomet publicado en
"Études sur la Franc-Maçonnerie et le Compagnonnage" y que recogemos de recopilatorio guenoniano-templario en Soriaymas. Se trata de la réplica de René Guénon a dos artículos publicados en 1939 por J.H. Probst-Biraben y A. Maitrot de la Motte-Capron en el "Mercure de France":  Les idoles des Chevaliers du Temple  Les coffrets mystérieux des Templiers.

Los ídolos de los Caballeros del Temple

Respecto de los pretendidos "ídolos", los testimonios obtenidos durante el proceso, en condiciones tales que no permiten considerarlos válidos, se contradicen todos entre sí. Es posible que ciertas historias de "cabezas" se refieran en el fondo simplemente a relicarios, en todo caso se sobreentiende que, a pesar de lo que haya podido pensar la ignorancia occidental, ningún tipo de "ídolo" puede provenir de un ambiente islámico. En todo ésto estamos de acuerdo con los autores.

En cuanto al famoso "Bafomet", nombre que dio lugar a tantas hipótesis tan poco satisfactorias en general, podemos incidentalmente proporcionar la explicación del susodicho "Bahumid" de von Hammer: es muy cierto que dicha palabra no existe en árabe, aunque en realidad debe leerse "Bahîmad", que si bien no puede traducirse por "becerro" (interpretación que probablemente nació por influencia de la enigmática "cabeza de becerro" de los Drusos, mas bien que por la del "Buey Apis" o del "Becerro de Oro"), al menos sirve como término genérico de cualquier especie de ganado. No obstante, si en efecto es poco probable que "Bafomet" provenga del árabe "Bahîmah", que lo inquisidores del proceso ni siquiera debían conocer, por el contrario podría muy bien ser que proviniera de su equivalente hebreo, es decir del "Behemot" bíblico, y tal vez no debería buscarse en otro lugar la solución de tal enigma...

domingo, 11 de diciembre de 2011

Misterioso Bafomet -2-


El esoterismo de los tem­plarios sigue siendo un enigma. Es conocida la historia de esa famosa Orden, fundada en 1117 para la protección de los peregrinos en Tierra Santa, cuya regla había sido establecida por San Bernardo: después de combatir mucho tiempo a los sarracenos, los templarios debieron por último retirarse de Siria luego de la reconquista del país por los musulmanes, pero habían adquirido gran poderío y riquezas en la cristiandad, y poseían encomiendas en todos los reinos de Europa. El proceso intentado por el envidioso Felipe el Hermoso a esos hombres demasiado influyentes ha sido referido a me­nudo: todos sabemos de qué manera el sobera­no acabó por arrancar al papa Clemente V la condena de los templarios con la acusación  de  "renegar de Cristo, apostatar, entregarse a actos de idolatría y a horribles libertinajes en el curso de ceremonias secretas". Después de un largo proceso y la disolución de la Orden pronunciada por la Bula papal de 1312, el Gran Maestro Jacques de Molay y gran número de templarios fueron quemados vivos en París, en 1314.

¿Tenían los templarios una doctrina secreta y ritos de iniciación? El problema ha suscitado gran número de interpretaciones; ciertos historiadores niegan categóricamente la existencia de un esoterismo templario, y otros, al contrario, no vacilan en hacer derivar la francmasonería de la Orden mártir. En realidad, bien parece que los templarios tuvieron unculto secreto y doctrinas reservadas a los ini­ciados, y que esas doctrinas heterodoxas les fueron trasmitidas por heréticos musulmanes —quizá los asesinos, con quienes tuvieron relaciones—, herederos de especulaciones gnósticas.

Pero conocemos muy mal dicho esoterismo, tanto más cuanto que los documentos seguros faltan casi totalmente. El historiador  se ve reducido a conjeturas, con respecto a las figuras bafométicas (de bafometo="inspiración del Espíritu"), especie de ídolos andróginos, que representan la unión de los principios masculinos y femeninos, cuyo papel en los rituales secretos no ha podido ser precisado; con suficiente certeza. Aroux, citando a von Hammer, alude a "símbolos gnósticos impresos en un talismán hallado, en el siglo XVII, en la tumba de un templario, muerto antes de la destrucción de la Orden", y asimismo a "dos cofrecillos descubiertos, uno en Borgoña, el otro en Toscana, sobre los cuales se reconocen esos mismos símbolos, principalmente la cadena de Eones, representada por la houppe las pruebas del fuego y del agua, el falo, el cteis, el toro de Mitra y la cruz ansada de los egipcios", y también a "esos emblemas extraños esculpidos en la puerta de algunas iglesias, donde parecen querer mostrarse y ocultarse, a un mismo tiempo, las doctrinas interiores del templo" (por ejemplo, en lo alto de la puerta principal de la iglesia Saint-Merri se halla un Bafometo, entre dos ángeles que le echan incienso)... Pero ignoramos casi todo del esoterismo templario, y el historiador debe des­confiar de las descripciones demasiado preci­sas que dan ciertos ocultistas de los misterios practicados por los Caballeros.


Nota: Texto del libro de Serge Hutin Las sociedades secretas, del capítulo III .  OJO: En el próximo artículo que vamos a incorporar en est blog, René Guénon quita credibilidad a Aroux-Von Hammer en estas "derivaciones bafométicas"

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Misterioso Bafomet -1-

Los templarios en Eliphas Levi (2).-Bafomet

Los templarios en Eliphas Levi (3).-Bafomet de Nuisement