lunes, 23 de abril de 2012

¿Eunate Templario? Al parecer, no lo fue

José María Jimeno Jurío es, probablemente, el mejor "historiador" de la iglesia de Santa María de Eunate (Navarra) y autor del libro , quien desecha diversas adscripciones hechas a este enclave desde finales del siglo XIX, entre ellas que los templarios estuvieran en Eunate.

En su ensayo EUNATE Y SUS ENIGMAS, expone sus consideraciones sobre la no pertenencia de Eunate a la Orden del Temple, en estos términos:


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Durante una época, bien definida cultural y cronológicamente, los orígenes y propiedad del santuario mariano fueron atribuidos a la Orden del Templo de Jerusalén.

Tal asignación no figura todavía en los "Diccionarios" de la Real Academia de la Historia ni de Pascual Madoz, que recogen la hipótesis de "haber sido de los claustrales", sin especificar su identidad, probablemente por tratarse de un rumor vago e inconfirmado".

domingo, 8 de abril de 2012

Abacus dedica su décimo número al final histórico del Temple


Hay que felicitar a la  Asociación BAUCAN, filosofía de las armas templarias, por su última revista digital Abacus (Número 10. Abril-Mayo-Junio 2012) titulada "El filo de la esencia. De la gloria al descenso a los infiernos. 700 años del fin de un mito", cuya portada es un óleo de Boris Lugovskoy realizado para Baucan.

Buenos colaboradores hay en este número y muy interesantes artículos históricos en torno a la disolución de la Orden del Temple hace siete siglos.


INDICE

.- Editorial. Y parece que fue ayer…Jose Luis Delgado Ayensa
.- Los que caminamos por el filo de la esencia
.- La caída del Temple…Ignacio de la Torre
.- Vox in excelso audita est…Traducción realizada por Antonio Galera Gracia

viernes, 6 de abril de 2012

Sobre los grafitis templarios de Domme (2)


Sigamos leyendo a Denys Roman acerca de los grafitis templarios de Domme


Podemos leer también: “Es bueno, es saludable, oír a los Templarios clamar su revuelta y su asco, exhalar su rencor, clavar en la picota a Clemente V y Felipe el Hermoso. Ellos no se consideraban culpables y clamaban venganza al cielo!” Una asimilación muy sugestiva es la de una hidra de dos cabezas, representando, evidentemente, a Clemente V y a Felipe el Hermoso. Sobre este último personaje, el autor, aporta una apreciación absolutamente idéntica a la de René Guénon, y en contraste absoluto con la de la mayoría de historiadores “oficiales”. Escribe: “Profundamente imbuidos, los príncipes laicos y regalistas, como sus familiares, los Pierre Flotte, los Dubois, los Enguerrand de Marigny, los de Plessis y el excomulgado Nogaret, Felipe el Hermoso era ya el arquetipo de lo que, hoy en día, llamaríamos el catolicismo anticlerical. Quería que el papa comiera en su mano y marchara al son de su látigo. Y podía disponer ahora, después de Bonifacio VIII o Benedicto XI, de un papa francés. Apostemos que el proceso de los Templarios no hubiera tenido lugar, si Bonifacio VIII o Benedicto XI hubieran vencido”.

Sobre los grafitis templarios de Domme (1)

Bueno es, en este Viernes Santo de 2012, traer aquí este subcapítulo del francmason guenoniano Denys Román respecto al ensayo del canónigo Tonnellier sobre los grafitis templarios de Domme (Perigord francés) que inserta en el capítulo segundo de su libro René Guénon et les destins de la franc-maçonnerie (1982), en el que se pone de manifiesto el catolicismo de la Orden del Temple y su veneración por la cruz del Calvario, algo sobre lo que he insistido en la Guía Templaria de Guadalajara (que estará publicada en mayo). Leamos a Denys Roman en una traducción al castellano de la que dispongo (disculpad los errores que hubiere...).



Para dilucidar unos enigmas, el examen profundo en ciertos monumentos antiguos, es, a veces, tan útil como es desciframiento de documentos escritos. Es así como la revista Arqueología, en sus números de Enero-Febrero y Marzo-Abril de 1970, y Enero-Febrero de 1971, ha publicado unos interesantes estudios sobre los Templarios, escritos por el canónigo P.-M. Tonnellier. Este eclesiástico ha hecho, en el castillo de Domme, en Perigord, un descubrimiento del que dice le “pareció capaz de hacer palidecer de celos a los buscadores más espigados”. Encontró, en varias salas de este castillo que sirvieron de prisión a los Templarios, “una abundante serie de grabados piadosos”, Tesoro “que está fechado y firmado en nombre del Templo”. Se ve claramente la fecha de 1307, que es la del arresto de los Templarios, y, sobre todo, la de 1312, que es la de la supresión de la Orden.

 Los artículos de Arqueología reproducen lo esencial de esta ilustración tan interesante, comentada por el autor con mucha ciencia y prudencia. Revelemos la presencia de la cruz templaria, entre las figuras descubiertas, la cruz de Jerusalén, la de la doble traviesas con la cruz templaria en el centro, de la hostia, del cáliz (asimilado por el autor al Santo-Grial), y, sobre todo de una multitud de representaciones de la crucifixión. “Sería, escribe M. Tonnelier, que cada uno de los prisioneros ha querido exponer la suya en el lugar donde se encontraba habitualmente”.