Me parece evidente que una de las fuentes tuvo que ser la relacionada con la figura del Macho Cabrío de los aquelarres brujeriles inquisitoriales. Dada su condición de ex-sacerdote católico y su propensión a los encantamientos mágicos y al ocultismo es imposible que desconociera las descripciones clásicas inquisitoriales de los aquelarres con el Macho Cabrío en su centro que, en lo que respecta a España, fue muy bien escenificado literariamente por en 1731 por Diego Torres Villarroel y por Goya en 1798 pictóricamente.
Diversos antropólogos señalan que el Macho Cabrío diabólico brujeril tiene como prototipo al dios Pan y algunos enlaces, en el imaginario colectivo, con algunas divinidades o auxiliares divinos itifálicos, lo que se plasma por ejemplo en otra representación bafomética de Eliphas Levy menos conocida, impresa en su libro La Clave de los Grandes Misterios (1861), llamado Azima.
 |  |
Por otro lado, cabría encontrar alguna huella inspiradora en diversas figuras de duendes y seres como como el descrito y dibujado en Inglaterra en 1628 en el libro Robin Good-Fellovv... cuyo folklore fue recopilado en dos volúmenes por William Bel en 1852 (recordemos que Eliphas Levy publica su quimérico bafomet tan solo dos años después en Dogma y Ritual de la Alta Magia).
No hay comentarios:
Publicar un comentario