Otro texto de Eliphas Levi sobre su imaginativo-especulativo Baphomet es el que ahora trascribo, de su postumo Libro de los Esplendores (1870). Lo acompañamos con la figura de un lamasu o kerube mesopotámico que el profeta Ezequiel transformó en su famosa Visión, y que luego se plasmó en el Tetramorfos cristiano, como he analizado en el libro Guía espiritual y artística de San Baudelio.
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BAPHOMET *
Tem∴ o∴ h∴ p∴ Abb
Binario verbum vitae morten et vitam
equilibrans
Existen varias figuras de Baphomet.
A veces tiene la barba y los cuernos del
macho cabrío, la faz de un hombre, el seno de una mujer, la melena y las garras de un
león, las alas de un águila. Los flancos y las pezuñas de un toro.
Es la esfinge resucitada de Tebas, el
monstruo sucesivamente cautivo y vencedor de Edipo.
Es la ciencia que protesta de la idolatría
por la misma monstruosidad del ídolo.
Lleva entre los cuernos la antorcha de la
vida, y el alma viviente de esta antorcha es Dios.
Se había prohibido a los israelitas dar a
las concepciones divinas figura humana o de animal; así es que no osaban esculpir en
el arco y en el santuario nada más que querubes, es decir, esfinges con cuerpos
de toros y cabezas de hombres, de águilas o de león.
Tales figuras mixtas no reproducían en su
totalidad, ni la forma humana ni la de animal alguno.
Esos conjuntos híbridos de animales
fantásticos daban a comprender que el signo no era un ídolo ni la imagen de cosa alguna.
No se adora a Baphomet, sino a Dios, en
esa imagen informe y viviente, sino la representación de un pensamiento.
Sin semejanza alguna con los seres
creados.
El Baphomet no es un Dios, es el signo de
la iniciación; es también la figura jeroglífica del gran tetragrama divino.
Es un recuerdo de los querubes del arco y
del Santo de los santos.
El Baphomet es análogo del Dios negro de
Rabí Simeón. Es el guardián de la llave del templo.
Es el lado oscuro de la faz divina. Por
eso, en las ceremonias iniciáticas, se exigía del recipiendario que diera un beso a la
faz posterior de Baphomet, o del diablo, para darle un nombre más vulgar. Ahora
bien, en el simbolismo de la cabeza de dos caras la que está detrás de Dios es
el diablo, y la de detrás del diablo es la figura jeroglífica de Dios.
¿Por qué el nombre de francmasones o
masones libres?. ¿Libres de qué?. ¿Del temor de Dios?. Sí; sin duda, porque
cuando se teme a Dios es que se le mira por detrás. El Dios formidable, es el
dios negro, es el diablo.
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