sábado, 22 de diciembre de 2012

Templarios en Burguillos del Cerro, ventanas en San Juan Bautista



Las ventanas de la iglesia templaria de San Juan Bautista de Burguillos del Cerro, Badajoz, es un ensayo publicado en diciembre de 2011 por Recopar Politécnica  y escrito por la arquitecta Rosa Bustamante y la arqueóloga de arquitectura Teresa Cabezas. De dicho trabajo transcribo el texto siguiente.


La iglesia de San Juan Bautista de Burguillos del Cerro perteneció a la orden del Temple por la ayuda prestada a la corona en la reconquista de los territorios extremeños, desde 1238 hasta la disolución de la orden en 1312. Emplazada en la frontera de defensa del reino de León del avance almohade durante los siglos XII a XIII, incluye una qubba musulmana, fue iglesia hasta 1797 y luego cementerio hasta 1908. Destacan por su singularidad las ventanas angostas del ábside así como las ventanas de tracería ojival de la nave principal y los rosetones de la qubba convertida en capilla funeraria a fines del siglo XIV.



(...) Se define al conjunto de San Juan Bautista como un exponente de una arquitectura fronteriza por la defensa de Al-Andalus con la ayuda templaria en Badajoz. Los aspectos exteriores e interiores no coincidentes de las ventanas expresan fases constructivas y manifiestan la reutilización de los recintos. Las ventanas de tracería de la nave principal y los rosetones de la ventana sur de la qubba, están asociadas a un simbolismo no bien identificado; corresponderían a una intervención en el período Bajo Medieval (siglo XII e inicios del XIV), que podrían proceder de la ocupación templaria. Finalmente, las ventanas norte y sur del ábside simulan una arquitectura defensiva y establecen una
asincronía con la realización de la bóveda nervada.

 Las ventanas de la qubba

 La qubba está separada de la nave principal por un muro hecho con restos preexistentes y sobre el que se apoya. En el lado este tiene un óculo que fue cegado en parte por el tejado de una construcción adosada, sacristía, y por el interior está totalmente clausurado. Es de doble rosca de ladrillo y presenta una decoración de motivos vegetales muy sintéticos de posible tradición musulmana en la moldura exterior del vano. La fachada sur presenta una ventana con dos rosetones, el que está en la parte superior tiene cinco huecos más uno central y el que está en la parte inferior tiene siete huecos más un hueco central más grande. El rosetón inferior está partido, incompleto y es de factura más rústica.

Óculos de la pared sur de la qubba
 Tiene cierta similitud con la parte central del rosetón inferior de la ventana de la iglesia románica de Santa Coloma de Albendiego, Guadalajara (siglos XII a XVI), que tiene ocho huecos y está rodeado por una estrella de ocho puntas, pero el rosetón de Burguillos, está compuesto por siete piezas en forma de T, aunque se ha perdido la parte inferior y fue cegada por unos ladrillos, mientras que el rosetón superior es una pieza monolítica, ambos con un rehundido perimetral. El hueco de la ventana está cegado por el interior (antes de la restauración), formando una hornacina abocinada de arco de medio punto, situada a la altura de las trompas de arista de las esquinas que transforman el espacio cuadrado en uno octogonal (Fig. 13).



 Celosía de Santa Coloma de Albendiego, iglesia con tradición oral templaria
Otra celosía de Santa Coloma de Albendiego
 

Los rosetones y tracerías

Óculos del morabito-qubba
Las tracerías son un modelo gótico que parecen de la misma hechura, tímpano ojival tallado en una piedra monolítica, y no se puede asegurar si a las piezas les falta otras piezas similares al parteluz para formar las jambas, que han sido reemplazadas por unos pequeños machones de ladrillo.

Por otro lado, el rosetón inferior de la qubba se ha deteriorado porque presentaba más huecos, siete aparentemente, que incidían en una menor resistencia de la tracería que la del rosetón superior con cinco huecos. En cualquier caso todos son de clara vocación gótica, pero ¿cuál es el simbolismo de los huecos?

En el número de huecos y la forma geométrica asociados a un significado se podría encontrar la justificación. Los huecos se organizan en base a formas poligonales circulares alrededor de uno central que parece sustituir al pantocrátor, en la cultura cristiana, Dios Padre siempre omnipresente.

El número cuatro en la Edad Media representaba a la naturaleza. La tracería que está al sur tiene más huecos (Fig. 16.a) que la ventana  nfrentada hacia el norte con menos posibilidades de favorecer la iluminación interior (Fig. 16.b).

El pentágono parece constituir la base de los rosetones, el polígono más utilizado en su trazado en la arquitectura gótica (18), Fig. 16.d. Mientras que el número ocho es la rosa de los vientos, asociado a la rueda que expresa el equilibrio cósmico (Fig. 16.e), como la compacta flor hexapétala tallada al centro de la ventana Norte (Fig. 16.c).


Vídeo de San Juan Bautista de Burguillos del Cerro

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