En el verano de 2008 subí al castillo de Alcalá de Xivert, islámico-templario. Hoy lo rememoro partiendo de las instrucciones de un folleto turístico del que extraigo el texto y los planos para este post, complementándolo con algunas fotos que tomé el 26 de junio de aquel año.
Ficha técnica:
Dificultad: Baja-
Tipo de ruta: Circular. Pista no apta para vehículos motorizados. Carretera y senda
Longitud: 10 km
Longitud: 10 km
Duración aprox: 3 h (sin contar paradas turísticas)
Desnivel: 250 m.
Recomendaciones: Agua, calzado de montaña, gorra, cámara fotográfica.
Seguridad: Atención al posible paso de vehículos. Si va con niños, preste especial vigilancia en el castillo e inmediaciones.
Además, los altos muros, galerías y cortados que caracterizan estas construcciones defensivas suponen siempre un alto riesgo de accidente
El castillo visto desde Alcalá de Xivert |
Se trata de una ruta de poca dificultad, pero eso sí hacia arriba. Modo de llegar: N-340, sentido Barcelona, nada más pasar Alcalá de Xivert concesionario Renault a la derecha (punto 4), punto de partida señalizado con carteles de madera, no hay pérdida.
Se inicia la ascensión al castillo entre huertos que nos dan referencia sobre la evolución del tipo de cultivo que acompaña el ascenso al secano. Si al principio nos encontramos naranjas y parras, en cuestión de pocos bancales se pasa al almendro, el algarrobo y el olivo. La pista termina en la Senda de los Templarios, camino estrecho de piedra caliza que nos lleva al Castillo, circundando la montaña de Oeste a Este por su cara norte y en la que encontraremos, además de dos zonas de pinada por las que aprovechar la sombra en días de calor, todo tipo de vegetación propia de la zona: Madreselva, poleo-menta, romero, cascojas, esparragueras, tomillo.... Descansa el intenso olor a pino que nos acompaña en este tramo. Nada más terminar la segunda pinada, casi al final de la ascensión conviene darse la vuelta para contemplar el Castillo que nos está esperando. Otra fotografía que no tiene desperdicio desde este mismo punto es la vista de pájaro sobre el geométrico tapiz de colores que presentan los campos que se ven al Oeste.
Llegamos al final de la senda. Ya en pista transitable para vehículos, se recomienda evitar ir directo al Castillo que tenemos a la vista y seguir por la pista en dirección sur hasta la zona de esparcimiento que encontramos pocos metros más adelante, donde señalizaciones de madera nos indicarán la senda que nos lleva al lugar desde donde mejor se contempla en su conjunto el monumento en cuestión.
La primera impresión ya nos da una idea de la importancia que tuvo el castillo en su tiempo. Dos épocas, una árabe y una otra cristiana, dos torres redondas realzando la solemnidad del castillo y, sobre todo, un poblado en la vertiente sur oriental de la montaña también amurallado, de casas y calles enrevesadas, propias de las construcciones árabes. Un delicioso paseo hacia el castillo entre pinos y casas, datándose sus primeros asentamientos humanos en el siglo XIV a.C.
El Castillo de Xivert ha sido restaurado en parte y presenta ese aspecto que dan las ruinas, entre la austeridad y la belleza, toda una puerta para los viajes en el tiempo.
Continuando nuestro camino en apenas en apenas 20 minutos alcanzaremos la ruta principal bajando por la pista con la imagen del mar a las faldas de la ermita de Santa Lucía y contemplando las formas geométricas, a veces caprichosas, que conforman el paisaje agrícola propio de la zona. Alcanzada la ruta principal nos dirigiremos hacia la derecha para llegar a nuestro punto de partida. Se puede aprovechar el camino de regreso para ver la Cruz del Francés así como la ermita del Calvario.
El castillo templario de Xivert desde la cumbre del cerro de la ermita de Santa Lucía en Alcossebre |
Nota: cerca se encuentra el castillo templario de Santa Magdalena de Polpis, del que hemos publicado en este mismo blog un relato ascencional-imaginal-iniciático y un vídeo.
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