sábado, 19 de mayo de 2012

Domo de la Roca y Templarios -2-



Anástasis del Santo Sepulcro a mediados del siglo XIX
El Domo de La Roca es octogonal y se construyó, entre 688 y 691, siguiendo modelos bizantinos de rotonda con cúpula semiesférica sobre un tambor como la Anástasis, que cubría la tumba de Jesús desde el s.V, y la Ascensión (s.V) sita en el Monte de los Olivos, o las rotondas de San Simeón en Siria (s.V) y la de San Vital en Ravena (s.VI). Hoy día sigue siendo el monumento musulmán más antiguo que subsiste sin cambios estructurales.

 La altura de la cúpula es de treinta metros y su diámetro es de veinticinco metros; por fuera es dorada y campea sobre ella la media luna y bajo ella pende una cadena de oro, emblema del Eje del Centro del Mundo.

En medio de este Domo se encuentra al-Sakra, "La Roca", que es una piedra calcárea e irregular que alcanza los dos metros de alto, en su parte más alargada llega apenas a los catorce metros y en la ancha a los once metros.

Ésta es la cumbre del bíblico monte Moria-, donde los ángeles colocaron un carnero para que Abraham lo sacrificase en vez de a su hijo, donde también David levantó el altar de los sacrificios al ver a un ángel en la era de Ornan, el jebuseo, y probablemente el lugar en el que se situó el Sancta Sanctorum, el Santo de los Santos, es decir, la habitación más sagrada del Templo de Salomón, donde se guardaba el Arca de la Alianza, y a la que sólo podía acceder el Sumo Sacerdote una vez al año, en el Día del Perdón, Yom Kippur, la fiesta judía más importante. 

Mas, para los musulmanes, La Roca es sagrada porque desde ella ascendió Muhammad hasta llegar a dos palmos de la Faz de Dios montando sobre un corcel blanco y acompañado por el ángel Gabriel.

 Y si en la roca de la iglesia de la Ascensión de Jesús, cima del Monte de los Olivos donde una tradición secular que avalan entre otros San Cirilo y San Jerónimo, Cristo dejó la huella de sus pies en ella al ascender, la tradición islámica señala algo parecido en lo que respecta a al-Sakra, si bien existen discrepancias puesto que la inscultura de la que se trata unos dicen que es la huella del pie Muhammad, otros que la provocó un casco de al-Burak al impulsarse en su vuelo, y una tercera versión afirma que Gabriel retuvo con su mano la propia roca que, animada por el espíritu de tal cratofanía, quería también acompañar en su peregrinaje celeste al Profeta del Islam.

Al sureste de esta piedra sacra hay una escalera con quince peldaños que baja a un subterráneo situado bajo al-Sakra. En este recinto señalan las leyendas que estuvieron los oratorios de Abraham, Isaac, Jacob y David, profetas muy honrados por los musulmanes que, a tenor de lo que indican algunas tradiciones, acudieron a orar a esta cripta natural antes y después de la construcción islámica del santuario. Además, un piso más abajo, hay una caverna en la que, siempre según la tradición, reúnense los domingos y los lunes las almas de todos los musulmanes fallecidos para rezar y recitar sus súplicas a Allah  






NOTA: texto correspondientea mi libro Esoterismo Templario, ya agotado.
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